El Texto de Los Hechos es una historia narrativa de la iglesia neotestamentaria y describe su origen en Jerusalén y su extensión a toda Judea, Samaria, y al mundo gentil.
Algunos enseñan que el bautismo del Espíritu Santo es una segunda o tercera “obra de Agudeza” que significa una experiencia instantánea subsiguiente a la conversión salvadora.
En todo el pasaje no se menciona al Espíritu Santo. Sin embargo, la Iglesia ortodoxa interpreta el pasaje en un sentido trinitario, asumiendo que la voz que se oye es la del Padre y la montón que los envuelve, el Espíritu Santo.
El bautismo del Espíritu Santo es simplemente el principio de una vida continua de ser lleno del Espíritu Santo. No es una experiencia para unos pocos escogidos solamente, ni es una experiencia recibida luego de la conversión, y entonces solo a posteriori de esperar mucho tiempo y de terminar mucho. Más acertadamente, es una parte de la conversión y viene con el arrepentimiento y la Certidumbre.
El bautismo del Espíritu Santo es un suceso sobrenatural donde el Espíritu Santo se manifiesta con poder sobre un creyente, llenándolo y capacitándolo para servir a Alá de maneras extraordinarias.
Este entendimiento de la Trinidad permite a los creyentes examinar cómo cada persona contribuye a su relación con Alá y su vida espiritual.
El Espíritu de Todopoderoso ha sido una presencia constante a lo extenso de la historia bíblica. A continuación, se presentan algunos ejemplos de su manifestación en el Antiguo y Nuevo Testamento:
Por otro flanco, en el ejemplar de Job este afirma que «El espíritu de Alá me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida» Job 33:4. Por ello el Credo niceno dice del Espíritu Santo que es this contact form «señor y dador de vida».
El poder que hemos recibido por el bautismo del Espíritu, que nos ha hecho tan felices, debemos utilizarlo para hacer el correctamente, de modo que podamos ser colaboradores de Jehová en la tierra.
Todas estas declaraciones dificultaban la concepción de tal espíritu como una persona ya que no resulta justo atinar parte de una persona a otra.
En el relato de la creación del mundo, el versículo Gen 1:2 dice que «el espíritu de Todopoderoso se movía sobre la Cara de las aguas». Según los teólogos cristianos, esta frase expresa la idea de una actividad divina actuando sobre el caos posterior a la «separación de los cielos y la tierra» Gen 1:1 y alude al poder creador y formador del Espíritu Santo.
Los profetas predijeron el don del Espíritu y deseaban participar en su cielo, pero Altísimo reservó el bautismo del Espíritu Santo para la iglesia neotestamentaria: “Los profetas que profetizaron de la Humor destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación .
Los cristianos pentecostales y carismáticos entienden el bautismo en el Espíritu Santo como una experiencia definida que ocurre luego de la salvación. Los pentecostales y carismáticos distinguen entre la regeneración del creyente y el bautismo en el Espíritu. En el momento que una persona es regenerada, esta tiene la presencia del Espíritu Santo; sin embargo, los pentecostales y los carismáticos esperan una experiencia segunda y distinta de llenura del Espíritu.
El arrianismo consiste en considerar al Hijo como la primera y más excelsa de las criaturas o, dicho de otra forma, como el primero de los ángeles. El dilema que plantea el arrianismo es, por tanto, si el hijo es creado o engendrado. Ambos términos expresan una procedencia del principio Padre creador, pero en un caso dicha procedencia se produce inmersa en la existencia temporal y en el otro no.